AIGLETH |
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LÍDERES DE JÓVENES INVISIBLES
Seguramente te has topado con ellos alguna vez, quizás no los conoces, pero seguramente alguno de ellos impactó tu vida; es por eso que te invito a que puedas descubrirlos.
Yo he tenido la dicha de tener muy cerca a un líder de jóvenes invisible, ¿por qué invisible? Porque no estaba presente los días sábados cuando me juntaba con las chicas de la célula o no venia conmigo a algún evento de capacitación. Mi líder invisible fue mi abuela Marta. Dios la puso en mi camino para que pudiera conocer a Jesús cuando era pequeñita y aprendí a amar a Dios a través de sus enseñanzas, la lectura de la Biblia , las alabanzas al Señor e ir cada domingo junto a ella a las reuniones en la iglesia. Puedo decir que ella ha sido una mentora espiritual en mi vida, siempre oro por mi, velo por mi sanidad espiritual y material, si también material, pues donaba de su sueldo de jubilada para sostenerme económicamente.
Me asombraba mucho su jovialidad, siempre actualizada y atenta a escuchar la voz de Dios. Fue mi consejera, mi compañera de emociones, mi gran escuchadora, mi confidente.
Yo también tuve una abuela Loida, fue mi abuela Marta, quien me enseño que es mucho mejor estar en los negocios del Padre que malgastar la juventud siguiendo a mis propios deseos. Para ella hablar de Jesús era lenguaje cotidiano, no dejaba pasar ninguna oportunidad para contar las buenas nuevas de salvación a quien se cruzara en su camino, no se avergonzaba del evangelio. Pasaba mucho tiempo orando en la presencia del Señor, y hasta que pudo, lo hacia de rodillas, llevando delante del trono sus gratitudes, sus alabanzas y sus pedidos, una gran mujer de fe.
Sus canas bien blancas y en el ultimo tiempo su movilidad reducida hacían que no pudiera participar en persona de los eventos, pero yo sabia que ella se quedaba en su casa intercediendo por cada detalle. Siempre preguntaba como nos había ido y quería saber como seguiríamos avanzando y creciendo.
Muchas veces ella fue quien nos financio dinero para que pudiéramos organizar eventos, una vez con su maquina de coser, confecciono unos telones gigantescos para un recital al aire libre!!
Puede ser que ahora mismo te des cuenta que tienes a tu alrededor a algunos lideres de jóvenes invisibles. Pasa tiempo con ellos, disfruta de sus enseñanzas y celébralos en vida. Todos necesitamos personas que nos apoyen, nos guíen y nos contengan. Quizás ellos no puedan compartir contigo cada sábado en la reunión de jóvenes, pero si puedan orar por ti, regalarte algún versículo que te inspire, y también, por que no? reprenderte o aconsejarte al tomar alguna decisión.
¿Y ahora que me dices? ¿Conoces o conociste a alguno? Seria bueno que pudieras identificar, al menos uno, y que se lo hagas saber. Dile que lo adoptaras como un “compañero de batalla invisible” y que tomaras tiempo con el, para orar, leer la palabra, conversar, tomar un te, mirar alguna película, lo que sea! Todos necesitamos gente que nos ministre, que nos guíe, que interceda por nosotros!
Mi sugerencia es que puedan sumarlos a sus grupos juveniles, podrías pasarle una lista de todos los chicos, con sus edades, para que oren por ellos, quizás hasta con sus fotos. Y también algún día podrían ir a visitarlo a su casa y merendar juntos! Muchos ancianitos están solos y les gustaría pasar tiempo con los jóvenes. Aquí estarías haciendo un doble trabajo: dándole afecto y compañía a los ancianos y a la vez enseñándole a tus chicos a honrar a los mayores. Además, los ancianitos tienen mucho tiempo libre y los adolescentes también!! Así que podrían invitarlos a invertir tiempos juntos. Por ejemplo, las abuelas podrían enseñarle a las chicas a cocinar o a tejer y coser, y a los varones, los abuelos podrían enseñarles a jugar al ajedrez o leerles libros, ya que muchos han perdido su vista y les cuesta leer.
Mi abu Marta me enseño a soñar grandes sueños, pues Dios es un Dios grande y quiere lo mejor para sus hijos. Cuando comenzamos con Especialidades Juveniles, ella me dijo que el Señor haría una gran obra en medio de la juventud del continente y que Dios nos había juntado a varios amigos para poder cumplir su obra en medio de la juventud, que íbamos a tener luchas, pero que Dios iba delante nuestro, y El ya había librado la batalla, la victoria es nuestra y hoy luego de varios años podemos ver que mas y mas jóvenes son alcanzados con el mensaje de Jesucristo. Las viejas estructuras, legalismos, se están rompiendo, gracias al obrar de Dios en medio de su pueblo, Aleluya! Dios hizo que la abu Marta fuera parte de esta generación que cambiara la historia de la humanidad, ella que no sabia ni como era enviar un e-mail o recibir un fax! Dios le dejo ver que su poder es maravilloso y que puede usarnos a nosotros que somos barro para la extensión de su Reino.
Gracias Abuela Marta por tu ejemplo, gracias por ser parte de este sueño!
Queremos y necesitamos mas “lideres de jóvenes invisibles” que se animen a dar saltos de fe y sean audaces para alcanzar a la nueva generación que necesita a Jesucristo en sus vidas!
“Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová” . Levítico 19:32
ERRORES EN EL MINISTERIO JUVENIL
Muchas veces escribimos de nuestros éxitos para que otros aprendan de ellos. Creo que eso es excelente, pero tenemos que tener cuidado de no olvidar que el éxito costó un precio. Así que decidí escribir un poco sobre mis errores para que otros puedan aprender de ellos y ojalá no cometerlos. Aunque no son todas mis burradas, porque llenaría una casa de libros con mis errores, son los que más se destacan en mi carrera en el ministerio juvenil. Espero que puedan aprender de ellos y evitarlos.
Error #1. No pasar más tiempo a solas fuera de lo que sea el ministerio juvenil
Me di cuenta que cuando estaba solo, no podía pensar en nada más que el ministerio. Aunque muchos piensan que esto es pasión y es bueno, a veces no lo es. La pasión te puede llevar a cometer un gran error. Mientras que pasaba tiempo con Dios, me encontraba platicando con Él solamente sobre las cosas del ministerio como si Él no las supiera. Hay un gran problema si no puedes pasar tiempo a solas sin dejar de pensar en el ministerio.
En los momentos difíciles, se me hizo muy fácil pensar que quizás cometí un error en mi visión para el ministerio. En esos momentos, yo buscaba en otras personas la respuesta, y aunque es bueno buscar consejos, entiendo ahora que no todos los consejos son buenos. Solamente Dios conoce completamente la visión que Él te dio, solamente Él puede darte la respuesta completa. A veces, las personas nos dan consejos desde su perspectiva de como ellos piensan que tu visión debe ser, y eso es peligroso para ti y para la visión personal que Dios te ha dado. Un buen líder sabe tomar opiniones, analizar esas opiniones y aplicar solamente lo relativo para su ambiente. El cómo llegar a la visión se cambia a cada rato, pero no podemos dejar que otros cambien el destino final, es decir la visión, que Dios ha puesto en nuestros corazones.
Me arrepiento de no tener tenido amigos afuera del ministerio juvenil en el comienzo de nuestro ministerio. En los primeros tres años de trabajar con jóvenes, todos los amigos que Paola y yo tuvimos eran personas que fueron parte de nuestro equipo. Aunque estas personas son especiales y algunos siguen siendo íntimos amigos nuestros, vimos que era crucial tener amigos afuera del ministerio. Gracias a Dios que nos dimos cuenta de la riqueza de tener amigos adultos que piensan en cosas diferentes a nosotros. Que podíamos sentarnos a cenar y platicar sobre la vida sin mencionar cual será nuestro próximo evento para alcanzar a un joven más. Pao y yo a propósito nos rodeamos de personas de esta categoría. Por ejemplo, Roberto y Isairiz. Roberto y Isairiz son una pareja que nos lleva, uuufff, como 100 años (los dos conocían a mi mamá y papá desde antes de que yo naciera) pero Paola y yo disfrutamos de pasar tiempo con ellos. Esto me ayuda a mí personalmente para despejarme de la locura del ministerio, y me recuerda que soy adulto.
No sé por qué pensé esto en el principio, sabiendo que yo todavía no he llegado al nivel de madurez que quisiera tener. Pero como líder nuevo hace 10 años atrás, esperaba que un joven madurara y cambiara su manera de ser en unos meses después de entregar su corazón a Jesús. Ahora, después de mi propio "crecimiento" he aprendido que esto de madurar en nuestro camino con el maestro, es un proceso de toda la vida. Aunque este tema se puede desarrollar en un libro entero, puedo concluir la idea con este pensamiento: “Dios todavía no ha terminado conmigo ni contigo. Así que no esperes que tus jóvenes cambien de un día a otro. Deja que Dios se preocupe de eso y tú simplemente ámalos incondicionalmente”.
Uno de mis errores grandes fue pensar que los eventos eran suficientes. Sí, puedo honestamente decir (sin inflamar números) que alcanzamos a miles de jóvenes en nuestros eventos, pero aun con esos números, no hay miles de jóvenes en nuestra iglesia. Este problema lo descubrí cuando descubrí un gran error en mi corazón, la concentración en los números. Aunque los números no son malos, son una buena herramienta, yo estaba más concentrado en los números que en las vidas de los jóvenes. Me imagino que por eso no vi la gran necesidad de poder conectar a esos jóvenes con líderes y adultos para que siguieran su caminar en Jesús. Ahora entiendo que, aunque los eventos son excelentes, no son lo más importante. Los números sí son buenos, pero no lo más importante. Lo más importante es el desarrollo de una relación con un joven. Que el joven confíe en ti. Que el joven te vea como un ejemplo y que tú, como ejemplo, apuntes al gran ejemplo, JESÚS. Lo más importante es caminar con el chico o chica en su vida. Lo más importante es sentarte con él o ella en un café y hablar sobre su vida y las decisiones que están tomando. ¿Cómo veo esas decisiones reflejadas a la luz de la Biblia ? Ahora, para mi todo lo otro viene de segunda.
Yo cometí el gran error de pensar que si ponía a un joven como líder de un grupo pequeño, la experiencia formaría su carácter. El resultado fue mezclado. Algunos fueron de éxito, pero muchos terminaron sin fruto. Esto me enseñó que la posición de liderazgo no hace el carácter sino que el carácter hace al líder. Este principio no solamente se aplicaba en mis jóvenes, sino también en mi vida.
Error # 7. Pensar que el liderazgo forma el carácter, cuando en realidad, el carácter forma al líder
Error #6. Pensar que los eventos y programas eran suficiente para alcanzar y mantener a los jóvenes
Nuestras conversaciones son simples y profundas a la vez, no hablamos de teología, ni del ministerio. No hablamos de estrategia ni de visión, sólo hablamos de la vida y de lo bello que es Dios. Eso no lo cambiaría por nada del mundo.
Error #4. Olvidarme que la calidad y cantidad de tiempo que paso con un joven es esencial para su caminar en la aventura con Jesús
Llegan tiempos en los que se me olvida que sobre toda otra cosa que yo pueda hacer con los jóvenes, el pasar calidad y cantidad de tiempo con ellos es lo más importante. Ellos aprenden viendo mi vida. Viendo mis errores y mis faltas, igual que ver mis fuerzas y éxitos. A veces se me olvida que la calidad sin cantidad no tiene el mismo valor. Un joven necesita que yo pase cantidad de tiempo con él. No tengo que hablar la mayoría del tiempo que estoy con él. El escuchar es la mejor enseñanza que le puedo dar.
Mostrarle que quiero escuchar lo que siente y piensa, así como Jesús me escucha a mi y a él. Pero igual, la cantidad de tiempo sin calidad no tiene el mismo valor. Es importante entender que si solamente paso tiempo con él, pero no tengo un plan para su crecimiento, estoy gastando tiempo. Es bueno que yo le dé un libro y que lo leamos juntos. Es bueno que lo lleve a lugares que lo desafíen a crecer en cultura y abrir su manera de pensar. Los chicos tienen que aprender a pensar por ellos mismos. En un mundo lleno de publicidad que quiere programar sus mentes en cómo y en qué pensar, pienso que es nuestra tarea enseñarles a pensar de manera autónoma. Eso lo hacemos pasando tiempo de cantidad y calidad con ellos.
Error #5. Esperar que un joven madure de la noche a la mañana
Error #3. El no tener amigos afuera del ministerio
Pasar tiempo con tu familia sin platicar ni pensar en el ministerio juvenil es súper importante para tu salud emocional y espiritual. En esos momentos serás renovado, pero más que todo, le daras tiempo a esos seres queridos que se merecen toda tu atención.
La verdad es que todavía soy tentado a pensar en el ministerio todo el tiempo. Pero la diferencia es que cada vez que me doy cuenta de lo que estoy haciendo, a propósito me pongo a pensar en la grandeza de Dios. Eso me recuerda que yo no soy nada sin Él. Me recuerda de Su poder infinito. Y que hay más en Él que en lo que yo hago para Él.
Error #2. Dejar que otros guíen un cambio en la visión, en lugar de la estrategia
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